jueves, 2 de diciembre de 2010

La importancia de comprar bien

Productos no-testados

¿Sabías que la ley no obliga a testar sobre animales los cosméticos, los artículos de higiene personal y de oficina? ¿Sabes que hay formas mucho menos crueles de realizar esos exámenes? Algunas empresas continúan torturando a cobayas, monos, ratas, etc. para hacer pruebas que actualmente no son necesarias. Por poner un ejemplo, el test Draize consiste en inocular soluciones de los productos a testar directamente en los ojos de los animales conscientes y sin sedar. La prueba suele durar una semana, en la que se mantienen abiertos los párpados del animal con dos clips (La naranja mecánica existe en muchos laboratorios) y en la que el pobre bicho sufre un extremo dolor, úlceras y hemorragias. Al finalizar esa tortura se sacrifica al animal para observar las consecuencias internas de las sustancias inoculadas.
Para evitar ser responsable de tanto sufrimiento, compra responsablemente: lee las listas, mira las etiquetas y busca el símbolo de no-testado o alguna indicación escrita.


Para facilitarnos la labor, la organización animalista AnimaNaturalis ha publicado varias listas actualizadas de los productos NO probados en animales:

Productos no modificados genéticamente

Que a nivel científico la manipulación genética sea uno de los grandes avances de nuestro tiempo es algo indudable, lo que resulta más que cuestionable es que podamos predecir las consecuencias de esa manipulación, ni su evolución, por eso rechazo los OMG activamente. De todos es conocido el vergonzoso caso de la soja argentina y sus consecuencias en la deforestación del país.


"Los transgénicos son un grave riesgo para la biodiversidad y tienen efectos irreversibles e imprevisibles sobre los ecosistemas. Suponen incremento del uso de tóxicos, contaminación genética y del suelo, pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos y vegetación adventicia ("malas hierbas") y efectos no deseados en otros organismos.
La utilización de los OMG en la agricultura no hace más que exacerbar los efectos perniciosos de una producción industrializada e insostenible, que no favorece a los pequeños agricultores ni reparte equitativamente las riquezas. Concentra el control de la agricultura y la alimentación en unas pocas manos, poniendo en peligro la independencia y supervivencia de pueblos y países.
Suponen un riesgo para la salud: potencialmente pueden suponer nuevas alergias, aparición de nuevos tóxicos, disminución en la capacidad de fertilidad (en mamiferos alimentados con OMG), contaminación de alimentos, problemas en órganos internos, etc.
No se evalúan correctamente los riesgos sanitarios a largo plazo de los OMG presentes en nuestra alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos.  Por otra parte, ningún sistema de evaluación podría demostrar la inocuidad de los OMG para la salud o para el medio ambiente dado que una de sus principales características son los efectos inesperados e impredecibles derivados de estas técnicas de ingeniería genética.
"
Greenpeace, Problemas de los transgénicos.

A nivel de justicia social, los OMG suponen un gran problema también: sólo un puñado de empresas controla el mercado de semillas modificadas y lo hacen siguiendo las normas del neoliberalismo más salvaje (valga la redundancia). La excusa de abaratar la producción es una completa mentira: la necesidad de utilizar químicos  y fuertes insecticidas hace que en India el coste de produción del algodón transgénico duplique al ecológico. Los cultivos malogrados de semillas modificadas y la desesperación económica llevaron al suicidio a 200.000 agricultores entre 1997 y 2008, paradójicamente muchos de ellos ingirieron grandes cantidades de pesticida para morir.

Somos responsables de los productos que consumimos, en nuestras manos está evitar que el uso de transgénicos se generalice. Como siempre, es un esfuerzo adicional, pero merece la pena. Revisa las listas de Greenpeace:
Crisha, de foro vegetariano, explicó más que bien qué son los famosos transgénicos aquí.
    Productos locales

    ¿Sabes de dónde viene tu comida? ¿y tu ropa? La ilógica del sistema globalizado lleva a situaciones tan absurdas como que en España por cada 3.500 cerdos que se exportan, se importen 3.000 o que en Madrid sea más normal  encontrar naranjas de Sudáfrica o Uruguay que las del área levantina. Es decir, es más barato congelar el producto y desplazarlo 7000 kilómetros que traérselo desde la costa.
    Esta locura no sólo es más que perjudicial para el medio ambiente, sino que se basa en la injusticia de las  relaciones  laborales. Se produce más y más barato en países en los que el trabajador cobra menos de un dólar al día y tiene una gran indefensión legal. Empresas como Coca-cola, Durmond y Nestlé han sido acusadas de colaborar con paramilitares para intimidar y asesinar organizadores sindicales en Colombia.


    "La industria de los insumos agrarios, la transformación y la distribución, están en manos de unas cuantas multinacionales que a través de los tratados de libre comercio colonizan con su sed de capital todos los sistemas agrícolas y alimentarios locales del mundo hasta destruirlos. Pues les exigen producir cada vez a más bajo precio, con paquetes tecnológicos que ellas mismas les proporcionan y que suponen un tremendo e ineficaz consumo energético, una alta cantidad de insumos y el uso de una maquinaria y unas tecnologías que erosionan y desertizan, contaminan y destruyen la biodiversidad del planeta —al dedicar grandes extensiones a monocultivos— y que finalmente les llevan a la ruina, después de haber abandonado sus tecnologías ancestrales, pues no pueden hacerse cargo de unos costes que aumentan cada año, ni competir con las importaciones de los países ricos que invaden sus mercados locales, gracias a las subvenciones que reciben, hundiendo su producción nacional (en 2004, el kilo de pollo local costaba en Ghana casi el doble que el procedente de la UE). Este sistema agroalimentario de monopolio y concentración empresarial permite un férreo control a la hora de determinar qué consumimos, a qué precio, de quién procede y cómo ha sido elaborado."  Beatriz Calvo Villoria, 'Somos lo que comemos' http://www.agendaviva.com/revista/articulos/Al-descubierto/Somos-lo-que-comemos
    Lo único que podemos hacer al respecto es mirar etiquetas y consumir lo de más cerquita posible, en la medida de nuestras posibilidades.

    Productos sin aceite de palma

    Independientemente de sus efectos sobre la salud (que realmente no podría aclarar, he leído informaciones contradictorias en estudios serios), el aceite de palma es una de las mayores causas de deforestación mundial, por encima de la archiconocida soja. La selva tropical está desapareciendo a gran velocidad para instalar gigantescas plantaciones de palma aceitera y las empresas multinacionales aprovechan los bajos costes de sus nuevos cultivos, sin preocuparse de nuestra salud o nuestro planeta. El aceite de palma procedente de la deforestación se vende a corporaciones multinacionales como Unilever, Nestlé y Procter & Gamble, y a otras grandes marcas de la alimentación, cosmética y biocombustibles ampliamente conocidas por sus prácticas poco éticas.
    Según la organización ecologista WWF  : "De los 11 millones de hectáreas de plantaciones de palma aceitera en todo el mundo, seis se encuentran en Indonesia. Concretamente en la isla de Sumatra, único lugar del mundo donde conviven elefantes, tigres, orangutanes y rinocerontes, la conversión de bosques y turberas a plantaciones de palma aceitera, eucaliptos y acacias está causando más emisiones anuales de gases de efecto invernadero que las emitidas por toda Holanda."

    2 comentarios:

    1. Deberian empezar a prohibir estas cosas, estas costumbres,... porque los que nos damos cuenta estamos comprando y leyendo y leyendo etiquetas para no comprar "basura" o "sangre y sufrimiento". Espero que llegue el día en el que podamos comprar más tranquilos...

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    2. Por eso tenemos que comprar responsablemente, cuando las empresas vean que rechazamos los productos testados, transgénicos o poco justos dejarán de producirlos.
      ¡Activismo en el consumo!
      Un besote, guapa

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